3/4/10

Primavera tardía

Siguiendo con nuestra sección de la Espera, este mes nos acompaña Antonio Machado con su A José María Palacio, contenido en Campos de Castilla (1912).
Fuera de duda el genio del escritor, dos razones nos impulsan a escoger este escrito. La primera es lo que le ha costado al 2010 traer días de sol y manga corta. En el poema a su amigo, Machado evoca la primavera en Castilla, que conoce al dedillo y que añora por el recuerdo de su esposa. Por otro lado, en su descripción de dicha estación, también tardía en el alto Duero, y destacándose sobre el paisaje, aparece el Moncayo. Esta montaña se alza entre las provincias de Soria y Zaragoza. Este nexo geográfico nos sirve como enlace adicional entre el presente texto y el anterior, el de los zaragozanos Héroes del Silencio.

"Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...

¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?

Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!

¿Hay zarzas florecidas
entré las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?

Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.

Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?

Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,

¿tienen ya ruiseñores las riberas?

Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra..."