2/6/08

Las bambas rojas y lecciones de hip hop del Enemigo Público



Lo único que sabía de Public Enemy era por un niño de mi clase. Corría el año 1991 y él sólo tenía 11 años. Ni que decir tiene que en esa época ni el hip hop era un género consolidado ni tenía el peso que en nuestro país tiene ahora. Lo curioso es que el chavalillo en cuestión quedó grabado en mi mente por aquella entonces excentricidad. También, de hecho, por otra que me costó encontrar: unas Patrick Ewin de color rojo. Y es que las bambas deportivas de colores para chicas, muy a mi pesar, tardarían mucho tiempo en comercializarse.

Por todo ello, volviendo al Enemigo Público (nombre del grupo en inglés), nunca hubiera imaginado presenciar un concierto suyo. Pero como canta aquélla melodía, "la vida te da sorpresas": el jueves 29, en el Primavera Sound, sucedió. Llegamos a los pies del RockDeLux y apenas había gente: nos quedamos. La idea era verlo un rato y satisfacer la curiosidad. Sin embargo, se llenó de tal modo y estábamos tan cerquita del escenario, que nuestra privilegiada posición nos permitiría también disfrutar de pleno del que sería el siguiente grupo on stage: Portishead. Así que, obviamente, nos quedamos.

Con algo más de retrospectiva, Public Enemy, nació en Long Island (Nueva York) hace 21 años, llegando a publicar 12 álbumes, entre los cuales destaca "It takes a nation of millons to hold us back" (1988) por encumbrarlos al estrellato. Precisamente, el que interpretaron en el PS con un show que voy a tratar de contaros. Y es que, permanecer en el RockDeLuxe, lejos de un suplicio, se convirtió en una fiesta: el concierto de Public Enemy fue realmente bueno - siguiendo con la canción: segunda sorpresa. Y aún diría más: tras acabarse el festival, fue uno de los más disfrutados.

Empiezan con unas bases, sin voz. Dos tíos en una mesa enorme de mezclas, capitaneada por un Mac. Se supone que es una intro, pero con veinte minutos de duración... se convierte en mucho más que eso. Por las protestas del público de las primeras filas, los fans, no parece normal. Quizá tienen algún problemilla -los otros componentes del grupo no están presentes- como les había pasado con su logotipo. En efecto, Public Enemy tiene una insignia gráfica muy suya, que para la ocasión, y a modo de bandera, habían intentado colgar en el fondo del telón del escenario. Pero izarla adecuadamente también les había tomado su tiempo.

Por fin, salen tres bailarines. Los voy a describir porque con "bailarines" se pueden imaginar tres chicos finolis y vestidos monos. Pues no. Estos son tres tiarrones, a cada cuál más cuadrado, con vestimenta militar, en tonos grises en vez de caquis, y con algo así como bastones/porras. Empiezan a bailar cual coreografía pseudo-militar. Y uno de ellos, que ahora se pone un chaleco antibalas -de esos por fuera que lleva el FBI en las películas- coge un micro. Éste va a ser la tercera voz en algunos coros.

A continuación, salen las dos voces principales: Chuck D y Flavour Flav. Para aquéllos que no sepan la pinta que gastan: rappera, lo que al ser negros parece que suma autenticidad, pero de distinta guisa. De hecho, el primero es un tipo alto y fuerte vestido como si fuera a jugar un partido de baloncesto; el segundo es un hombre delgado y, a pesar de parecer mayor, también ronda la cincuentena y viste con ropa ancha, sin olvidar ningún atuendo característico -sudadera con capucha, gorra de visera, cadenas de oro y anillos poco menos que discretos. Algunos reconocerán a Flavour Flav por el reloj de enorme esfera que siempre ha llevado colgado en el cuello. Entran también en escena un batería (Professor Griff), un guitarra (Brian Hardgrove) y un bajo. Pero a pesar de esta formación, éste no es un grupo de rock.

Muy coordinados en palabrería y movimientos, empiezan a hablarle al micrófono. Flavour Flav, haciendo más la voz secundaria que la principal, se pasea de un lado a otro. Con sus gestos típicos de rappero, sube al bafle que hay justo al borde del escenario y aún ahí arriba, Chuck D, que está detrás, al ser más alto y más estático, se ve perfectamente.

De hecho, los que saben de hip hop conocerán los conceptos hype-man y MC. En Public Enemy no sólo queda claro cuál es el papel de cada uno en este género -y en ocasiones, en el funky-, sinó que son verdaderos maestros. El MC (Master of Ceremony -Maestro de Ceremonias-, en ocasiones Mic Controller -Controlador de micro) es Chuck D: lleva la voz cantante -nunca mejor dicho-, rappeando sus rimas, a veces en freestyle (estilo libre, es decir, no escritas de antemano). El hype-man (que traducido sería algo así como El hombre que estimula) del grupo es Flavor Flav, y hace justo lo que nosotros presenciamos sin saber de esta terminología: anima a la audiencia y canta siendo sólo voz de apoyo, para dar tiempo al vocalista principal.
Sin ir más lejos, más avanzado el espectáculo, el momento gracioso de interacción con el público lo protagoniza Flavour Flav. Con el típico "yo canto esto, y luego vosotros lo intentáis imitar", lo que nos queda claro es que, aparte de que resulta cómico, posee un amplio registro de voz.

En realidad, toda la banda goza de una gran fama debido a su trayectoria, pues ha sido pionera en muchos aspectos. Especialmente por caracterizarse por unas letras no sólo trabajadas de forma poética, sinó también comprometidas con la política, el pueblo afroamericano y la crítica a la manipulación de fuerzas como el FBI o los medios de comunicación. Esto repercutió en otras bandas puntales de hip hop. Es el caso de los Beastie Boys, que también fue de los primeros en publicar en formato mp3, favoreciendo así el desarrollo de la música en internet. Además, el Enemigo Público añadió elementos sonoros al hip hop, especialmente en materia de scratching -el rasgue de plato propio del los DJ, Disk Jockeys o pinchadiscos-.

Efectivamente, ese peculiar sonido nos recuerda qué clase de concierto estamos viviendo. Y es que, tenemos al fondo a uno de los DJ del principio, DJ Lord. Tiene un papel "discreto" durante la actuación, pero también goza de algún "solo". De hecho, cabe mencionar que han pasado por Public Enemy DJ muy reconocidos.

En este sentido, distintas personalidades de la industria musical están a caballo entre la banda y colectivos muy relacionados con ella. Los dos casos más claros son: los S1W, Security of the First World, nacidos como un cuerpo de seguridad en la fiestas de hip hop, y los The Bomb Squad, un importante equipo de producción de grandes estrellas -inclusive de otros estilos-, como es el caso de Terminator X -el anterior DJ por antonomasia del grupo- o Sister Souljah.
Los nombres de estas dos organizaciones son simbólicos, en línea de lo apuntado anteriormente sobre la idelogía reivindicativa de la banda (en castellano serían Seguridad del Primer Mundo y El Escuadrón de la Bomba, respectivamente). Lo que en realidad resulta muy curioso, pues el nombre del grupo en sí no nació exactamente con esa connotación política. La banda tomó el nombre por que Chuck D lo había empleado en un álbum, al sentirse amenazado por un MC a un desafío típico en hip hop: una batalla freestyle. Sin embargo, el origen del término Public Enemy se había popularizado en los años 30 para designar a los gangsters de Chicago, y a la sazón lo adoptaron las películas de cine negro -aunque en general, se había acuñado para todos aquellos individuos criminales o extremamente peligrosos para la sociedad-.

No obstante, en el show, no ha habido ninguna pelea, ni nadie se ha sentido intimidado por el Enemigo Público. Incluso al contrario, pues regalan unos minutos más a la audiencia. Quizá a razón de que el concierto ha tenido un principio más que largo. Al final, han cumplido su objetivo: no se han dejado ni un tema en el tintero. Agradecidos una y otra vez al público, salen por donde han entrado. Pero no por siempre jamás, pues como la noche va de sorpresas, aún habrá otra más por su parte, que tardará otra hora en llegar... pero para saberla, deberéis leer más abajo sobre Portishead.

La pregunta que quedó en el aire aquella noche: ¿estaría el ahora hombre hecho y derecho disfrutando como nosotros ante su idolatrado grupo de la infancia y de, para más INRI, uno de aquellos discos de cuando éramos críos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen artículo, me gusta. Gerard

e dijo...

Gracias! Espero que te guste el resto del blog... Recuérdame que te invite a una birra ;)